viernes, agosto 25, 2006

Doña Genialidad

¿Alguna vez se ha preguntado qué pasa cuando la genialidad toca fondo y cuando ésta se ve subordinada ante los prejuicios?. Yo sí. Mil veces. Y aunque aún no le encuentro una respuesta, coherente por cierto, he llegado a la siguiente conclusión.

Doña Genialidad siempre fue una persona tímida, retraída y escondida, un día, sin explicación alguna, mutó de sapiencia a herejía. Un día doña Genialidad, se cansó del mundo sucio, nostálgico, reprimido y monomaniático, e hizo sus maletas para irse donde nadie la rechazara, donde se sintiera cómoda.

Luego de recorrer cien prados verdes, mil cerros de suelos fértiles -como los del Maule- y una infinidad de lagos y mares de aguas tenues llegó a una conclusión: “Cuando la genialidad se desborda no hay más que buscar simpatizantes de la misma calaña, mala o buena, una calaña similar.”

Cogió sus tres o cuatro pilchas y siguió su camino… Entre roqueríos porteños, brisas sugerentes y arenas color mostaza se encontró con una vieja amiga. La muy feminista "Esquizofrenia", una antigua afinidad que conoció en los años 60´s. Estaba a la orilla de la playa, fumándose un cigarro de marihuana.

Con alegría se puso de pie y la saludó, entre bromas e ironías comenzó a recordarle todos los buenos momentos que pasaron juntas. Hablaron de todos los temas que pudiesen imaginar, de los años en que bailaban “rock and roll”, consumían alucinógenos para sentirse únicas y escuchaban a los Doors. La psicodelia las había juntado hace unas décadas, y hoy la frustración las acercaban.

- “Hoy la genialidad con la esquizofrenia se habían juntado.”

Tras mucho vagar entre arenas y maicillo, encontraron a su otra amiga. Una que había desaparecido en 1973. Por cuestiones de la historia –supongo- la dejaron de ver. La fervorosa alegría contentó hasta a las estrellas que sigilosamente las observaban. Incluso la luna creía muerta a esta tercera señorita. Ésta, Pasión se llamaba, invitó a doña Genialidad y a Esquizofrenia a dar vueltas por ahí -qué se yo-, por el mundo.
Armó su mochila, que prácticamente estaba igual a como la dejó en los 70´s. Les propuso irse del mundo establecido lo que, a doña Genialidad y a Esquizofrenia, persuadió con impetuosa convicción. Caló en sus mentes y afectos, y el viaje cobró fuerza. Sin rumbo, pero con una envidiable fuerza.

- “La Genialidad, Esquizofrenia y Pasión se habían juntado, ahora, para no separarse jamás.”

Comprendieron al fin, que la genialidad siempre estará aislada, será incomprendida, pero sólo si está junto a la pasión y una pisca de esquizofrenia se puede hacer verosímil y efectiva.

Ahora bien, no todos somos “doñas Genialidades”, pero sí podemos creer serlo. Básicamente eso pasa cuando la genialidad se desborda. Se marcha, se pone su traje más vistoso y se concreta en sueños, ideales y utopías.

Hoy por hoy, deben andar dando vueltas por ahí, buscando sujetos deseosos de ser auténticos y que miran a las reglas con displicencia, y a los que objetan los sueños... también.

4 comentarios:

sincericidio dijo...

La genialidad de pocos, es la copia de muchos, asi de simple.- lo mio es asi como elchiste. la comedia, que a fin de cuentas mata, no te puedes detener, no puedes mantener la bocota cerrada, la mania por la frase o el chistesillo compulsivo, constante, no es facil sobrevivir asi. antes pensaba que eramos pocos con este estilo de vida o enfermedad, y es que al final es una falta de respeto dejar pasar un momento divertido, matar el humor, la ironia debe considerarce un crimen, y es por eso que esta wea es media esquizofrenica, por que al final tanto chiste , tanta broma la gente no te cree cuando hablay en serio. se olvidan del tono que usabas en esas ocasiones y ni tu te crees nada por q piensas que es una broma, los ofendes y no se ofenden no se dan cuanta, no entienden que se los dices de verdad. ilusos.- y me pasa con todos padres amigos vecinos, pero son pocos los que logran entender todo esto... el resto te tilda de comediante compulsivo o ganas fama de interesante y piensan que es divertido hasta mirarte... ilusos.. jajaja cuak chao marrano.-

se viene mi coleccion de Santos en sincerici0.blogspot.com

Esther dijo...

Sí tienes razón: la genialidad es de unos pocos pero, los que no disfrutamos de ella a veces necesitamos creer que la tenemos, que somos especiales; necesitamos engañarnos a nosotros mismos, para sentirnos mejor, para hacer con más alegría y pasión las cosas( quizás es aquí donde se junten la falsa genialidad, la pasión y alegría). Creer que somos geniales es un mecanismo que nos hace sentirnos únicos y diferentes y quizás con esos altos ánimos que nos imponemos a nosotros mismos hacemos las cosas mejor yrendimos más .
Maravilloso escrito.

Gildos dijo...

Es estupendo poder leer estos escritos. Realmente son muy buenos.
Gracias por hacerme pasar un buen rato y por compartir.

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

¿Es usted realmente feliz? Si lo eres tú, y tanto que ahora escribes más felizmente. Tan felizmente feliz que ya buscar la felicidad no es tu tema, ahora te dedicas a los accesorios amigazo mio.
Envidiado el personaje que posea los tres, o sea el privilegiado que se de cuenta que posee los tres. Creo todos los tenemos, pero a algunos les toco un paseo mas lejos que a otros.
Son como la ropa, que mujer no tiene un blujeans, son todos iguales, diferentes azules pero a la larga azules, dos bolsillos atrás, apretados o sueltos abajo filo, el cambio está en que sepas que tus bluejeans hacen que tu poto se vea “la raja” valga la redundancia, que tus piernas se vean deseables y que el enchulado de la rodilla te haga cool, en ese momento te sigue le genialidad y ya si le agregas un taco aguja y una transparencia, te cuelga tanta pasión y te sigue la esquizofrenia jajajajjj Yo con mis pantalones sueltos y con pintura, mis converse cochinas y mi polerita rayada soy feliz y el famoso trio creo se fue a un viaje sin retorno, nunca entendieron que no me gustara usar tacos. Creo somos geniales amigo mio, que importa si el resto no me cree, si tu me crees!
BESOS