lunes, junio 09, 2008

LA PRUEBA CONLCUYENTE

La prueba era concluyente. ¿Cuándo se cierran puertas se abren ventanas?
El aire que traspasaba las cortinas amarillentas, ahora se limitaba a vagar por la calle. La luz, que impetuosamente entraba por las rendijas indiscretas de la persiana izquierda, se retiraba sin hacer ruido alguno.
¿Sepia?... era su nuevo nombre... Blanco y Negro; su identidad...
Los matices de gris eran ahora más elocuentes... más desidores...
Da igual... el punto es que la prueba era concluyente...
La habitación vacía, las cortinas a medio abrir y el miedo en tonos lúgubres eran concluyentes... el vapor y el sudor de las paredes filtradas por los recuerdos estaban cada vez más acuosas... los hongos se dibujaban como cuadros de "Van Goh".
La esquina -sí, esa esquina- se reía de la soledad. La soledad se burlaba de la realidad, y así con el círculo medio viciosos... pero ese ya es otro tema; harina de otro costal.
Estaba completamente vacía, y seguía riendo con su triste soledad. La esquina -ya sin luz- brillaba sin el brillo de los 27, y la oscuridad se mofaba de la soledad por no tener colores.
La prueba era concluyente. ¿Cuándo se cierran puertas se abren ventanas?...
A veces, cuando la puerta está cerrada, las ventanas son torpes, y si bien son escapes, a ratos, puede ser más peligroso escapar por una ventana burlesca que por una puerta, triste, pero bien cerrada.

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