
Terminó la jornada para Martín y sólo atinó a hacer parar a un taxi. Y es que era muy de noche, las micros estaban atestadas y el metro cerrado. Perplejo por tanta música y por lo que sentía sólo quería borrarse, tomó un taxi.
- ¿Dónde va amigo?, dijo el chofer con tono interesado.
- Eche a andar el auto y muévase... - contestó Martín.
El taxista miró asustado y le hizo caso. No todos los días las personas se encuentran con tipos así.
- ¿Cómo estuvo el concierto, viene de allá cierto?
El joven miró por sobre la guantera con vista fija hacia el pavimento y le sonrió...
- ¿Por qué tantas preguntas?, argomedo 379 es mi dirección, por favor no hable - aclaró sin dar pie a más preguntas.
- ¿Mal día...? - el taxista seguía la interrogación.
Martín consternado con la actitud del conductor lo miró y dijo:
- ¿"Yiaaaa", usted no tiene vida? - el casi amigo de Martín rió...
Me siento raro, vengo saliendo de un concierto y quizás estoy medio cansado... creo.
- ¿No será una mujer la que lo tiene así, mire que las hembras son cosa seria, atrapan y no dejan salir, además...?
- Tal vez - interrumpió Martín.
- ¿Ve?, más sabe el diablo por viejo que por diablo. ¿Y qué le pasó con la lola?, ¿pelearon?
- Jaja, no, no es eso...
- ¿Entonces?, cuénteme, quizás le pedo ayudar, esto no saldrá de este taxi, además nos quedan un par de cuadras aún...
Martín lo miró con un dejo de confianza, y comenzó la historia:
- Parece que me estoy enamorando, no dejo de pensar en ella y...
- ¿Y, eso es malo? -interrumpió.
- Quizás, me siento muy raro, nunca me ha ido bien con las chicas, además somos amigos y me complica eso...
- Pero joven, con todo respeto, no sea "gil", mejor así, se conocen más y la relación se sincera.
- Quizás, pero igual me siento incómodo, nunca había sentido esto...
- Ve, siempre hay una primera vez - continuó la persuasión del taxista.
Como cuán sicólogo, el taxista lo miraba y escuchaba, siempre contrapreguntando y analizando las palabras del joven.
- Amigo, llegamos, son tres mil pesos - dijo el taxista.
- Siga, aún no termino - acotó Martín.
No sé que carajos hacer, ¿le digo?... yo creo que ella ya lo sabe
- ¿Y el amor es mutuo? - preguntó con tono morboso el taxista.
- No, imposible, quizás le atraiga, pero amor es mucho decir... Como dijo Neruda: "Yo la amaba y ella a veces también me quería"... ¿Ha leído a Neruda?
- Ehmm, mal indicio pues amigo, a todo esto, ¿anda con plata para pagarme? el tiempo corre... -agregó el chofer.
- Sí
- ¿Qué más le puedo decir?, mi vieja y yo nos conocimos de una manera similar y...
- ¿Cuánto es? - interrumpió Martín.
- Pero si nos pasamos de su casa pues, además...
- Tome, muchas, muchas gracias, guarde el cambio, nos vemos algún día, en este taxi o en algún lugar... y recuerde, que no salga de acá la conversación
- ¿Dónde va amigo?, dijo el chofer con tono interesado.
- Eche a andar el auto y muévase... - contestó Martín.
El taxista miró asustado y le hizo caso. No todos los días las personas se encuentran con tipos así.
- ¿Cómo estuvo el concierto, viene de allá cierto?
El joven miró por sobre la guantera con vista fija hacia el pavimento y le sonrió...
- ¿Por qué tantas preguntas?, argomedo 379 es mi dirección, por favor no hable - aclaró sin dar pie a más preguntas.
- ¿Mal día...? - el taxista seguía la interrogación.
Martín consternado con la actitud del conductor lo miró y dijo:
- ¿"Yiaaaa", usted no tiene vida? - el casi amigo de Martín rió...
Me siento raro, vengo saliendo de un concierto y quizás estoy medio cansado... creo.
- ¿No será una mujer la que lo tiene así, mire que las hembras son cosa seria, atrapan y no dejan salir, además...?
- Tal vez - interrumpió Martín.
- ¿Ve?, más sabe el diablo por viejo que por diablo. ¿Y qué le pasó con la lola?, ¿pelearon?
- Jaja, no, no es eso...
- ¿Entonces?, cuénteme, quizás le pedo ayudar, esto no saldrá de este taxi, además nos quedan un par de cuadras aún...
Martín lo miró con un dejo de confianza, y comenzó la historia:
- Parece que me estoy enamorando, no dejo de pensar en ella y...
- ¿Y, eso es malo? -interrumpió.
- Quizás, me siento muy raro, nunca me ha ido bien con las chicas, además somos amigos y me complica eso...
- Pero joven, con todo respeto, no sea "gil", mejor así, se conocen más y la relación se sincera.
- Quizás, pero igual me siento incómodo, nunca había sentido esto...
- Ve, siempre hay una primera vez - continuó la persuasión del taxista.
Como cuán sicólogo, el taxista lo miraba y escuchaba, siempre contrapreguntando y analizando las palabras del joven.
- Amigo, llegamos, son tres mil pesos - dijo el taxista.
- Siga, aún no termino - acotó Martín.
No sé que carajos hacer, ¿le digo?... yo creo que ella ya lo sabe
- ¿Y el amor es mutuo? - preguntó con tono morboso el taxista.
- No, imposible, quizás le atraiga, pero amor es mucho decir... Como dijo Neruda: "Yo la amaba y ella a veces también me quería"... ¿Ha leído a Neruda?
- Ehmm, mal indicio pues amigo, a todo esto, ¿anda con plata para pagarme? el tiempo corre... -agregó el chofer.
- Sí
- ¿Qué más le puedo decir?, mi vieja y yo nos conocimos de una manera similar y...
- ¿Cuánto es? - interrumpió Martín.
- Pero si nos pasamos de su casa pues, además...
- Tome, muchas, muchas gracias, guarde el cambio, nos vemos algún día, en este taxi o en algún lugar... y recuerde, que no salga de acá la conversación
¡PLOP!
dicho y hecho
1 comentario:
Quién será Martín? mmmmm... Me cayó bien el taxista, porque otro lo hubiera mandado a la cr... de una =P
Oye denante no te contesté en msn porque no estaba, la dirección es: http://muyenchufados.blogspot.com/
Quedó lindo tu blog xD
Saludos,
Vivi :-)
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