sábado, diciembre 02, 2006

El Payaso


El payaso está cesando la risa. A ratos piensa estar jodido y eso le asusta. Pensando en el futuro incierto y sin treguas -lo incierto lo hace entretenido- está extrañando cosas que nunca valoró pero que ahora, recién ahora, comienza a vislumbrar con un luto en el ciño y una temerosa y nostálgica sonrisa. Displicente y soberbio el payaso se enfrenta a nuevos retos. Sin duda lo que más atemoriza al joven payaso es no reír más. Volverse desgraciado -sin gracia, no infeliz- y frustrarse con sus chistes en una cuneta, sin más que un perro a su y una caja de vino tinto -vasta soledad-.

Como añora volver a ser el mismo de otrora, con proyectos pero sin compromisos. Aquel payaso que veía su futro con un manto incesante e impulsivo, pero sin cruzar el umbral de comprometerse con éste. Joder con sus amigos, gritar, reír y llorar en sus tierras. Discutir y al segundo besar a su madre. Sentir regocijo impagable de estar cómodamente en una nebulosa adolescente -impagable regocijo-.
Viajar a su inconsciente y pisar tierra firme cuando quisiera.

El payaso siente temor, cree no volver a ver sus fecundos prados y la plaza de armas donde corría a los tres años. Enamorarse de las "payasas" de su circo, no de este mega evento con carpa actitud circense.

No es que esté disconforme con lo que le está tocando vivir, sólo siente miedo.
Es seguro y comprensible en demasía la tristeza que, eventualmente, pueda sentir cuando le toque cambiar de rutina, rutina sin rutina por lo demás.
Y es que le nuevo "show" de este payaso es siempre atractiva, lo seduce, pero no quiere perder su vida y sus fidedignos parlamentos, quedándose sin más que sus nuevos proyectos.

¿Cuánto tiene que ganar y cuánto tiene que perder el payaso al tomar una decisión?

Ciertamente le payaso nunca pensó que llegaría este día. Ahora escuchar a "The Beatles" le traerá mas bien una lágrima que un agrado.

No se olviden de este payaso, de su esencia... Son pocos los cables a tierra que el payaso tiene y no los quiere perder, tampoco que los cables lo pierdan a él.

4 comentarios:

Viviana Coloma Arce dijo...

Sin duda el payaso ya sé quien es, la verdad lo sabía de antes (es bromita)

Creo que todos hemos tenido miedo a lo nuevo y es eso lo que hace que la vida sea tan entretenida, porque sin emociones no tiene gracia.

Y respecto a tus tierras, aunque a veces te cueste ir, sabes que eres un "liranense de corazón y santiaguino sin opción".

Saludos amigo, un abrazo

Besos
Vivi

Anónimo dijo...

Que fácil cerrar la ventana, hacer un click y en dos segundos apagar el computador...

De ahora en adelante, cuando no kiera escuchar a alguien...creo ke voy a hacer lo mismo...



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Carolina Cepeda dijo...

La vida es cíclica, creeme que la de los payason también lo son.

No siempre podemos estar con una sonrisa. No siempre podemos estar con una lágrima en el rostro.

Todos los días son una rutina nueva. Hay que saber eso.

Cariños Mariano, cuidese mucho y nos vemos por ahí =)

Caro, la payasa
(me inscribiré a un taller de malabarismo, parece)

Doñañoña Negra dijo...

Aunque nuestra rutina vaya en picada, de igual formas habrá uno que otro aplauso dispuesto a alegrarnos...

Eres un gran payaso y tu gracia difícilmente caducará, ya que tu esencia va por caminos notables aunque a veces pienses lo contrario.

Vamos mi payaso colega, que el show debe continuar-.